Ante todo, ¿Quién fue Petronio Álvarez?

Patricio Romano Petronio Álvarez Quintero, mejor conocido como Petronio Álvarez “El Rey del Currulao”, fue uno de los máximos exponentes de la música del Pacífico colombiano.

Nacido en Buenaventura, la más importante puerta de abastecimiento de nuestra nación y capital de la identidad afrodescendiente en Colombia, este poeta, cantautor y guitarrista fue vendedor ambulante, notario, aguatero, empleado de taller y hasta maquinista de ferrocarril; empleos todos en los que su pasión por el folclor del Pacífico colombiano jamás mermó y que fueron fuentes sustanciales de inspiración para su obra musical, con anécdotas inmortalizadas en canciones como “Bochinche en el cielo”, “El porteñito”, “Despedida” y su más conocida “Mi Buenaventura”.

Se le recuerda en particular por su humor y capacidad de improvisación, que desde pequeño cultivaba en graciosas rimas que componía para vender los panes y pasteles de su mamá, Juana Francisca, en la calle, como: “Empanadas de cambray, para las viejas aquí hay; el que no me las compre, déjelas ai’ (ahí)”.

Nacido en el marco de la Ley 70 de 1993 y popularmente llamado “El Petronio”, es uno de los más conocidos festivales en el mundo que celebran las costumbres y expresiones artísticas de la africanía en América. De todas las fiestas en Cali como epicentro de la salsa y la música popular, esta conmemoración de nuestras comunidades negras y sus tradiciones en América Latina es gracias al gestor cultural Germán Patiño Ossa, catedrático e investigador de la herencia africana en el Valle del Cauca, autor del bello libro “Fogón de negros”, un tratado sobre la influencia y protagonismo de las cocineras negras en la cocina vallecaucana.

De entre las festividades en Colombia que agasajan el crisol de culturas que somos, ésta es una de las ferias en Cali que mejor definen nuestra ancestralidad. Y en ella tienen lugar diversas manifestaciones culturales de la costa Pacífica colombiana que el público puede apreciar tanto en la competencia por el premio “El Bombo Golpeador” al mejor conjunto musical acústico (en las categorías Chirimía, Violín Caucano, Marimba, Canto Tradicional y Agrupación Libre), como en la muy sincrética comida del Pacífico, sus curiosas bebidas artesanales y sus bailes.

De igual modo ocupan un lugar importante las artesanías de esta región, que con fibras naturales de plantas como el coco, el chocolatillo, la pajilla de plátano y la tetera son elaboradas a la vista de todos los asistentes a este evento y que se pueden adquirir como bello recuerdo.

También la moda y los peinados son centro de atención en este festival, que en todos sus rincones y pasillos sirven de puente de conexión a la cosmovisión, estética y lenguaje de nuestros pueblos. Productos especializados en belleza afro, últimas tendencias en trenzado de cabello y diversos emprendimientos en materia de vestimenta, accesorios y otros de inspiración afrocolombiana posicionan esta feria como una de las más creativas y esperadas del año.

Mención aparte merecen los talleres de formación Petronito y los distintos escenarios pedagógicos que además se ofrecen para aquellas familias que acuden a esta celebración, que en sus diversos espacios fomentan el intercambio de saberes y tradiciones de las poblaciones afrodescendientes en Colombia. En estas actividades se busca reconocer además los aportes de nuestras negritudes en la construcción del país que somos, rescatando de la extinción aquellos elementos que son importantes para entender nuestra historia.

Luego de dos años de realizarse virtualmente debido a la pandemia, felizmente podemos decir que este festival vuelve a la Ciudadela Petronio Álvarez en la Unidad Deportiva Alberto Galindo, en nuestra Santiago de Cali.

En esta edición número 26, Brasil es el invitado de honor en un tributo especial que se le hace al país con la mayor población de afrodescendientes de América Latina.

Por esta razón, el Petronio incorpora a su programa un ciclo dedicado a la nación carioca el jueves 11 de agosto. No obstante, puedes consultar todos los detalles de la programación de este evento aquí, que conserva su formato original de concurso de agrupaciones musicales y que es el espectáculo con más popularidad entre los asistentes, siempre atraídos para ver, apoyar y disfrutar de los conciertos de sus grupos favoritos en su competencia anual por el título de embajadores de la música del Pacífico.

Auténticas matronas de muy coloridos trajes preparan para deleite de miles de visitantes una amplia variedad de deliciosos platos de frutos de mar con aromas de bijao, coco, hierbas de azotea y otros ingredientes locales que son muy esperados en estas fechas.

Cocadas, ceviches, balas de plátano, empanadas de camarón son muy esperadas (¡y juzgadas!) por el increíble aforo de personas que visitan el festival, que no dan perdón a exquisitas preparaciones típicas de esta solemnidad como el arroz endiablado, el pastel chocoano, el encocado de muchillá, el atollado de piaquil, el tamal de jaiba, el quebrado de toyo, el guiso de pate burro, el sudado de raya, el pusandao, y centenares de otras recetas de nuestras abuelas: nacidas, criadas o conectadas con ancestros de poblaciones como Timbiquí, Tumaco, Guapi, o López de Micay por nombrar sólo algunas a orillas de nuestro extenso Pacífico.

Ingredientes muy exclusivos de la región como la piangua, la chorga o incluso la langosta encuentran en este festival una demanda como ninguna otra en Cali, y postres para mecatear como el helado de chontaduro, de borojó, de badea y tantos otros dulces hacen de las delicias de grandes y chicos luego de la comilona.

Otro protagonista de este festejo son las bebidas autóctonas elaboradas con viche, un destilado de la caña de azúcar que se mezcla con diversas hierbas o raíces endémicas de la región y a las que se les atribuyen poderes curativos ¡y hasta afrodisíacos! Con muy chistosos nombres que evocan este erotismo tan presente en la cultura de nuestras gentes como el arrechón, el tumbacatre, el pipilongo, el candelazo, el sietepolvos, u otras como la tomaseca, el curao, o la mamajuana, de carácter más espiritual, mundano e inclusive: para ayudar a las madres en el parto, o untar en los labios del niño justo al nacer.

Si todo esto te ha llamado la atención y no has tenido el privilegio de asistir al Petronio Álvarez, tienes la oportunidad de poder hacerlo ya en este mes de agosto para esta edición de 2022, cuya información te invitamos a seguir en los canales de Facebook e Instagram de este grandioso festival.

¡El Petronio te espera!

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Who was Petronio Álvarez?

Patricio Romano Petronio Álvarez Quintero, better known as Petronio Álvarez “The King of Currulao“, was one of the greatest artists of Colombian Pacific music.

A native of Buenaventura (our nation’s primary harbor and the capital of Afro-descendant identity in Colombia), this poet, singer-songwriter and guitarist was a street vendor, notary, water carrier, workshop employee and even a locomotive driver. All of these jobs never diminished his passion for Colombian-Pacific folklore. In fact, these were substantial sources of inspiration for his musical work, with anecdotes immortalized in songs like Bochinche en el cielo, El porteñito, Despedida  and his better known Mi Buenaventura.

He is fondly remembered for his humor. Also for his talent at improvisation, which he nurtured since childhood. As a kid he used to compose funny rhymes to sell his mother’s cakes and breads on the street, such as: “Empanadas de Cambray, for the old ladies there they are; to whoever doesn’t buy, just leave them at my sight… Keep away your dirty hands!“.

Born within the framework of Law 70 of 1993 and popularly called “El Petronio“, it is one of the best-known festivals in the world honoring the customs and artistic expressions of Africans in America. Of all celebrations in Cali as the epicenter of salsa and popular music, this commemoration of our black communities and their traditions in Latin America is thanks to professor Germán Patiño Ossa, researcher and teacher of African heritage in Valle del Cauca, author of a beautiful book titled “Fogón de Negros“, a treatise on the prominence and influence of black female cooks in Valle del Cauca’s cuisine.

Among the many festivities in Colombia that glorify the melting pot that we are, this is one of the fairs in Cali that best define our ancestry. And in it, various cultural manifestations of the Pacific coast take place, like the competition for the “Bombo Golpeador”, an award for the best acoustic musical ensemble in the categories Chirimía, Violin Caucano, Marimba, Traditional Singing, and Free Style band. Or the very syncretic food of the Colombian Pacific, its curious drinks, and its dances.

In the same way, crafts of this region occupy an important position, made with natural fibers from plants such as coconut, marlberry, and banana shoots. Even artisans create souvenirs live in front of everyone attending this fest, selling them as nice gifts to take home.

Fashion and hairstyles are also at the center of attention in this festival, which in all of its stands and corridors serve as links to worldview, aesthetics, and jargon of our Black African collectives.

Products specializing in Afro beauty, the latest trends in hair braiding, and emerging entrepreneurship in the field of clothing, accessories and other goods of Afro-Colombian inspiration position this fair as one of the most creative and long-awaited of 2022.

A special mention should be made of the Petronito training workshops and different scenarios offered to families coming to this celebration. In this sense, educational talks encourage the exchange of knowledge and traditions of our Afro-descendant populations in Colombia. These activities also seek to recognize the contributions of our black people to the country that we are, rescuing from extinction those moments that are worth to remember as important elements to understand our history

After two years of being virtually held due to the pandemic, we can happily say this festival returns to the Ciudadela Petronio Álvarez at the Alberto Galindo Sports Unit, in our Santiago de Cali.

In this 26th edition, Brazil is the guest of honor in a special tribute to the country with the largest population of Afro-descendants in Latin America.

For this reason, The Petronio incorporates into its agenda a topic dedicated to the Carioca nation on Thursday, August 11. However, you can check all details of the official program here. This festival retains its original format of music contest being the most popular attraction among attendees, always longing to see, support, and enjoy concerts of their favorite groups in their annual competition for the title of ambassadors of Pacific music.

Authentic matronas (midwives) in colorful costumes prepare a wide variety of delicious seafood dishes. Incredible meals with the scents of bijao, coconut, rooftop herbs and other local ingredients are highly anticipated on these dates to delight thousands of visitors.

Cocadas, ceviches, plantain bullets, shrimp empanadas are highly anticipated (and judged!) by the incredible number of people who visit the festival, who also go after exquisite preparations typical of this solemnity, namely the deviled rice, the Chocoano cake, the encocado de muchillá, the atollado de piaquil, the crab tamale, the quebrado de toyo, the pate burro stew, the sudado de raya, the pusandao, and hundreds of other recipes from our grandmothers: born, raised or connected with ancestors from populations such as Timbiquí, Tumaco, Guapi, or López de Micay to name just a few on the shores of our vast Pacific.

Very exclusive ingredients from the region, such as piangua, chorga or even lobster find in this festival a demand like no other in Cali. And desserts like chontaduro, borojó or badea ice creams, with many other sweets, bring joy to adults and children alike after the feast.

Stars of this celebration are also native drinks made with viche: a sugar cane distillate mixed with endemic herbs or roots, to which healing powers (even aphrodisiacal ones) are attributed.

Beverages evoking the pervasive eroticism in the culture of our people are always present (with amusing names such as the arrechón, the tumbacatre, the pipilongo, the candelazo and the sietepolvos to name just a few).

The same goes for other spirits like the tomaseca, the curao, or the mamajuana: enjoyed by many visitors looking forward to a spiritual connection, a mundane experience, or learn about its alleged properties (to help mothers ease their pain during labor, or wake up a newborn just after birth).

If all this has caught your attention and you have not had the privilege of attending Petronio Álvarez, do not miss the chance to do so this August. All the information regarding this 2022 edition is available at the festival’s website and its social media account in Facebook and Instagram.

Welcome to our Petronio fest!

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